El fútbol con botones es una de esas actividades que, bajo la humilde
apariencia de juego de niños, encierra en sí mismo un filón inagotable
de lecciones acerca de la vida.
Un ejemplo más lo encontramos en
aquelos casos en los que el botón-balón se detiene junto a algún
botón-jugador, el cual se interpone, entonces, como pantalla o pared
entre éste (el recién llegado balón) y la portería (su objetivo).
Se
plantea en tal lance, a aquél contendiente al que corresponde el turno
de hacer la siguiente tirada, esta cuestión: ¿Cuál será la mejor manera
de superar el obstáculo que ha surgido, súbito y enorme, en mi camino
hacia el gol?
El dilema es extrapolable, sin duda, a cualquier otra
faceta de nuestras vidas: cuando nos topamos de repente con un obstáculo
importante en nuestro camino hacia la consecución de las metas que nos
hayamos marcado, ¿qué debemos hacer?
La lección que el fútbol con botones nos ofrece al respecto pude resumirse en dos puntos:
Punto
1º.- Por insalvable que a primera vista pueda parecerte un obstáculo,
jamás te rindas ante él: trata de superarlo.- (Y así, en la situación de
juego más arriba descrita, ningún jugador que se precie dudará, pese a
verse con el paso interrumpido, en intentar chutar a gol).
Punto 2º.-
Cuanto mayor y más difícil sea el obstáculo al que te enfrentes, más y
mayor suavidad deberás emplear en superarlo.- (Y así en la misma
situación de juego de que se viene hablando, cualquier jugador con
experiencia chutará con suma suavidad y cautela).-
Es error de
principiantes, en la vida en general, y en el fútbol con botones en
particular, el de intentar superar los obstáculos a lo bruto.
Debe
ser un instinto primario el que como primera idea nos sopla al oído:
-Tú, arréale todo lo fuerte que puedas, y verás como el obstáculo cede.
Pero cuidado con los instintos primarios, no suelen ser de fiar.
Atizar
a lo bruto al botón-balón que esté demasiado próximo a un botón-jugador
provocará de inmediato un efecto rebote, haciendo que el balón salga
despedido del terreno de juego como un cohete. Y así, al final, el
obstáculo se habrá salido con la suya.
Lo correcto y aconsejable para
vencer al obstáculo es golpear el balón con cuidado y suavidad. Debe
imprimírsele el impulso justo, el necesario para superar el botón que le
cierra el paso y ni una pizca más, porque todo con lo que pongas de
más, -recuerda-, podrá ocurrir, como dicen los polis americanos al leer
sus derechos a los malos en las películas: -podrá volverse en tu
contra.-
Futbol con Botones y Rebote a Banda