Las lesiones, ese fatal desenlace.

Es poco frecuente que un botón futbolista se lesione. A cambio, cuando llegan a lesionarse, los daños que sufren los botones futbolistas son casi siempre irreversibles.
Vemos a los super cracks del fútbol humano, cómo se curan de las roturas más complicadas rapidamente, acelerando incluso los plazos de recuperación gracias a revolucionarios tratamientos de medicina deportiva, así como también al propio empeño que de su parte ponen-inexplicablemente, en mi opinión,  dado que suelen pasar estos periodos de convalecencia en playas paradisíacas, rodeados de gente guapa, arrecifes de coral y cocoteros-, en regresar cuanto antes a la más alta competición.
Un botón roto, por el contrario, por buen jugador que haya sido otrora, por voluntad y esfuerzo que ponga en recuperarse, y por colosal que sea el pegamento que emplees en repararlo, jamás, después de haber sufrido una lesión grave, volverá a ser el mismo.
El catacrack de un crack botón supone, -podría decirse así, en términos de crudo realismo-, el punto final, el fatal desenlace de su arte.-

Futbol con Botones y Rebote a Banda